Fray Diego Durán 1537-1588 

 

Si bien es poco lo que se conoce actualmente acerca de la vida de fray Diego, con toda certeza sabemos que nació en Sevilla el 15 de junio de 1537 y que siendo muy pequeño -entre los 5 y los 8 años- llegó a la Nueva España, donde junto con su familia se estableció en Tetzcoco. Lo anterior, unido a lo bien que se expresa en sus escritos de dicho lugar -el que compara con la ciudad de Toledo, España-, en algún momento llevó a considerarlo oriundo de allí. Empero, como él mismo señala, en Tetzcoco “[...] no me nacieron los dientes, vínelos a mudar”. Sin embargo, su permanencia en la antigua capital acolhua indudablemente tuvo una profunda y decisiva influencia en su formación y desarrollo. 
 
Su tarea como cronista, etnógrafo e historiador, estuvo íntimamente ligada con su labor evangelizadora, en el transcurso de la cual, ante la realidad que le mostraba la vigencia encubierta de las antiguas costumbres, se dio cuenta de que, de hecho, la empresa convertidora, festinada por los masivos pero poco firmes logros de sus iniciadores, había fracasado. Como solución al problema consideró -según apunta Rosa Camelo- que la única vía “[...] era penetrar profundamente en el conocimiento de los antiguos ritos y costumbres de los dioses indígenas, de sus ceremonias y de sus atributos”. Así una vez vencidas las dificultades para acceder a las fuentes y a los informantes necesarios para lograr su propósito, se dedicó a esa tarea con empeño. El resultado fue el Libro de los ritos y ceremonias terminado en 1579, seguido por el tratado relativo al calendario antiguo concluido en ese mismo año. En ellos, para nuestra fortuna, además de recuperar datos únicos sobre los temas que trata, superando sus propios límites, nos ofrece importante información sobre la organización social indígena, sus grupos y estratos, las normas que la regían, sus hábitos alimenticios, sus diversiones, etcétera.
 
Como complemento indispensable de estas obras, escribió su Historia de las Indias de Nueva España y Islas de Tierra Firme concluida en 1581, cuyo contenido es en realidad más restringido que su título; se trata de la historia de los mexicas (tenochcas) desde su salida de Aztlán hasta la muerte de Cuauhtémoc, de la cual me ocuparé un poco después con mayor detalle.
 
Tomando en cuenta los propósitos que lo llevaron a redactar estas obras, principalmente sus tratados sobre los dioses, fiestas y calendario, es de suponerse que Durán haya esperado su pronta publicación. Desgraciadamente, por razones aún no especificadas, éstas no se imprimieron sino cerca de 300 años después de concluida la primera, gracias al celo y al esfuerzo de don Fernando Ramírez, quien en 1867 vio materializado -a medias- su intento de dar a conocer la obra de Durán, con la aparición de un primer volumen que contenía la mayor parte de la Historia… Los dramáticos y fundamentales sucesos de la época llevaron a la obligada salida de Ramírez del país, por lo que hasta 1880 se completó la edición de laHistoria… y de los tratados, merced al apoyo brindado por Gumersindo Mendoza (en aquel entonces director del Museo Nacional), segundo volumen que, con paginación propia, cierra un apéndice de Alfredo Chavero. La edición, en tamaño reducido, diferente paginación y calidad de papel, fue reimpresa por la Editora Nacional en 1951, la cual, al parecer sin registro, volvió a imprimirse en 1965.
 

 Fuente: http://www.dimensionantropologica.inah.gob.mx/?p=1552